La moda como herramienta para fortalecer tu autoestima.
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26/02/2023
Hoy en día existen personas que no se aceptan, rechazan verse al espejo, no les gusta su propio cuerpo.
Es posible que tengan una baja autoestima, incluso en ocasiones son los mismos familiares o amigos quienes censuran su forma de vestir agravando el problema.
Esta es, una disonancia cognitiva, de cómo percibimos nuestro propio cuerpo ya que tendemos a compararlo con modelos o maniquíes. Y hay que comprender que cada cuerpo tiene su propia belleza natural.
Pero ¿qué parte de culpa tiene la ropa a la hora de vernos bien físicamente?
Ya conocemos cuales son las consecuencias de la fabricación masiva de ropa de baja calidad (low cost): Problemas con el medio ambiente, contaminación de ríos por microplásticos, alta huella de carbono, condiciones laborales penosas, en ocasiones deteriora la salud de la piel, etcétera.
A estos problemas podemos añadir otro del que poco se habla pero que tiene mucha importancia: Cómo afecta psicológicamente usar este tipo de ropa.
En el modelo de negocio de moda rápida, es común el autoconsumo. Cuando se visita un centro comercial, es habitual elegir uno mismo sin la intervención del asistente. Así, sin la experiencia del dependiente, que te puede asesorar, es difícil elegir aquella prenda que vaya con tu estilo personal y te favorezca.
La moda low cost precisa de grandes cifras de ventas. Se venden millones de sudaderas del mismo modelo y necesita que a todos les sienta igual.
La solución más simple es hacerlo en colores apagados que desvirtualiza las formas. Las prendas son diseñados en líneas rectas y anchas, de tejidos rígidos, sin respetar los diferentes contornos de pecho, cintura o cadera. Se utilizan materiales poco flexibles y baratos, que poco ayudan a adaptarse, de grandes dimensiones tipo oversize.
En resumen suele destacar negativamente esas prominencias que a priori queremos disimular como michelines, barriga, etcétera.
El resultado es un efecto óptico que cuando nos miramos al espejo, representa aparentar más peso del que realmente tenemos.
Los diseñadores y patronistas tenemos el compromiso de crear prendas que sientan bien, utilizando todos los medios disponibles a nuestro alcance.
Los tejidos deberían ser dinámicos y flexibles para acompañar el movimiento ergonómico , fluyendo y aligerando la silueta sin oprimirla, no enmascarando con formas rectas y cuadriculadas que humanizan al usuario.
Todos tenemos curvas muy bellas, sin importar el tamaño ni la forma de nuestro cuerpo.
La primera norma para diseñar debería tener como objetivo resaltar la belleza, para mejorar la vida del cliente, dándole CONFIANZA y también mejorando su salud mental y AUTOESTIMA.