Debido al cambio climático las temperaturas están experimentando unas variaciones extremas. Cada día el termómetro escala más de 20 grados de diferencia de la mañana a mediodía para volver a bajar según desaparezca el sol. También los recintos se han visto equipados con sistemas de calefacción, que hacen muy probable encontrar cambios de temperatura repentinos e inesperados en bares, comercios, etcétera.
Así pues, ¿Cómo deberíamos vestirnos, a diario, para defendernos de estos inconvenientes cotidianos?
Lo primero que hay que tener en cuenta, es que el cuerpo no sube ni baja temperatura, sino que la temperatura ya la tenemos porque somos animales de sangre caliente. Entonces lo que hay que hacer es regular esa temperatura para estar siempre en un rango óptimo de confort.
El sistema de vestir por capas, como una cebolla, es ideal para conseguir regular la temperatura más conveniente para nuestro cuerpo. Añadiendo cuando es necesario, porque hace frío, viento o lluvia, pero al mismo tiempo es eficaz si accedemos a un lugar donde existe una alta temperatura, por ejemplo por la climatización.
Las capas imprescindibles son tres, aunque es recomendable que la cantidad sea mayor. De interior a exterior debe ser más delgada y transpirable, porque somos agua 70%. A una más compleja e impermeable según lo requiera un clima más extremo.
1ª CAPA Debe ser suave y cercana a la piel, por eso es recomendable un tejido natural que evite malos olores. También debe mantenernos secos y confortables en caso de altas temperaturas por eso tampoco puede ser un tejido grueso ya que su misión principal no es calentarnos. Por eso es posible utilizar dos camisetas aumentando la efectividad del sistema de capas.
2ª CAPA En este caso la prenda tiene que proporcionarnos bienestar atrapando nuestro calor, por eso una elección muy buena sería un jersey fino de lana o similar. Recordemos que cuanto más natural sea el tejido mejor será para nuestra salud.
3ª CAPA En este caso es necesario una protección contra los elementos meteorológicos como el frío, aire, nieve, etcétera. Un abrigo de género un poco más impermeable, incluso sintético conseguirá protegernos de estos fenómenos atmosféricos.
También es aconsejable este sistema en verano por la misma razón, el cambio repentino de temperatura, al frecuentar zonas donde existan aparatos de aire acondicionado. Así pues en este caso se puede combinar una camiseta con una camisa abierta haciendo la función de chaqueta.